Reloj

(Escrito rescatado de noviembre de 2008)


Largas noches se han apoderado del dominio colectivo
ociosas actitudes emergentes de los entes
pulverizan el espacio contagiando la razon
y es que lentamente viene a nuestras cabezas
esa inocencia perdida otorgada por la niñez,
donde hombres comparten la sociedad perfecta
donde todo se permite y todo es aceptable
y es que aquella ingenuidad es la más utopica de todas
es cierto que nuestras mentes estan recien integrandose a la grotesca realidad y por fin abrimos los ojos, todo es un sueño, la inocencia se perdió y ya no keda nada ke nos permita anteceder
nuestra mente esta llena de morbo, llena de malos pensamioentos, y llena de placentera chatarra pornografica, donde entes se olvidad y pasan a ser parte del carajo

2 acto:

Las miradas se posan de pronto ante nuestras perspectivas,
es aqui que comprendemos que somos parte susceptible de la entraña mayor llamada sociedad
donde los de arriba te miran con despresio, o aun peor, te observan k0on indiferencia, y los de abajo son apresiados como miserables por mis perspectivas
y es ern realidad que todo va en cadena, todo asiende, todo decsiende, todo cae y todo sube
no somos más ke parte de un sistema venevolente y cruel, donde luchamos insaciablemente por conseguir un cargo de estatus para reirnos del resto, y nos damos cuenta en nuestras primeras manifestaciones de surguimiento, que para poder escalar es necesario usar garras y puños, y asi ir dejando atras a los mas déviles
¡Ha muerto la inocencia!

acto 3:

los estrépiudos del exterior nos recuerdan que el marcaje del reloj se ha detenido, hace 40 minutos que las 12 se posan, y en 40 minutos más seguirán siendo las 12,
y es que el horario es el elemento más inconcebible que hemos generado, y he aquí que nace la religión tempero-espacial, donde todos adoramos un circulo con doce marcasen un eje de 360 grados
¡Aleluyaa!! al fin son la 1, alabado seas cetro sagrado, al fin nos has otorgado nuestra petición; es así komo todos compartimos el mismo sentido de la perdicion, el mismo absurdo y burdo sentido común.