11 de septiembre de 2016

Frío Medular

Siento frío. Desde la base inferior de mi columna vertebral, sube un escalofrío difícil de describir, una sensación de abandono y soledad, mezclada con remordimiento y culpa. Soy imperfecto, sí, un “humanoide” de carne y hueso, no digo humano, porque aquella referencia me deja bastante que desear. Mi corazón tiene una tristeza enorme, soy defectuoso por mi debilidad, adoro lo prohibido e incorrecto, pero finalmente no es lo que me hace feliz, llevo una cruz a causa de los errores en lo que me he visto involucrado.
Tengo ganas inmensas de llorar, pero ya las lágrimas no salen de mis ojos, es como si una parte de mi cerebro me hubiera suprimido la capacidad de sentir dolor con lo que me está sucediendo. La verdad es que sería más fácil de pronto desaparecer un rato, pero lo cierto es que la vida no funciona de ese modo. Sentimientos de confusión vienen a mi cabeza, estoy abatido, ya no sé qué más hacer para salir de este sueño, que va parece una pesadilla. Mi cuerpo ni mi mente ya no pueden resistir los golpes en que me he visto envuelto, me siento decepcionado, pero a la vez, preso de la condena de no haber tomado decisiones prudentes y sinceras, ya que fui el propulsor de un engaño singular, que tras la falta de honestidad, me llevo a comenzar un juego del que no estaba seguro si quería iniciar una nueva partida. Aquel error hizo que me viera envuelto en un cuento ficticio, condenado por mi falta de determinación y madurez. Finalmente, esta mentira se me arranco de las manos, y hoy pago lo que la justa vida se encarga de cobrarte, y es que pagues por cada una de tus acciones, acto y consecuencia, estructura. Desconcertado, quizás sea la palabra más adecuada para reflejar mi sentimiento en estos momentos, ya que sentimientos como el odio, la rabia y la pena no se han hecho presentes aún, pero es solo cosa de tiempo para que las presencie en carne propia. Soledad y angustia pasan por mi cabeza, y es que reconozco que he sido un completo cretino en todos los aspectos de mi vida, he sido un cobarde que ha preferido tapar el sol con un dedo, sin hacerse cargo de su metodología de subsistir. Lo siento, y creo que es demasiado tarde para reconocerlo. Una vez alguien me dijo que las oportunidades se acababan, y creo que finalmente este es el caso, ya que de mi boca no nacen estas palabras, solo puedo plasmarlas en un trozo de papel, ya que mi vulnerabilidad no me permite hacerlo mirando a los sujetos en cuestión, directamente a sus ojos.

28 de julio de 2016

Siameses

Quieres que cambie, quieres que deje mi vida atrás por ti, quieres que me comporte, y que actúe con sensatez frente a los demás. Quieres que cambie mis hábitos, cuando ni te atreves a mirarte de frente y reconocer que lo que nos está pasando nos supera, No eres tú, soy yo. Siento que ya he dado vuelta la página contigo, pero aun así, no se como desprenderme de ti. Intuyes y sabes cuando miras mis ojos, que ya no te pertenecen, ya no te pertenezco, le pertenecen a otro, pero sin embargo sigo aquí, te tengo como mi filtro, ya no tengo personalidad propia, dependo de ti, eres un vicio, una droga que me está reduciendo a lo más mínimo, y ya no quiero más.
Siento una dependencia abrumadora a tu persona, a tus juntas, a tus amigos, a tus rutinas, tus lugares y tus espacios... En que momento permití que nuestra complicidad que era solo amistad se transformara en esto, que no tengo idea que nombre ponerle, pero ya no soy yo, eres como mi hermano siamés, es como que nada funciona si no estas aquí. Qué pasa que hasta nuestros pensamientos son los mismos, te pienso, y sé me estas pensando, como dejarte ir, como puedes dejarme ir, dime la respuesta, por que hoy sé que ya no quiero tu calor, como poder dejarte en el pasado, quiero construir mi vida, encontrar el amor, pero este estancamiento en que nos hacemos cada día más viejos me imposibilita a realizarlo.